miércoles, 21 de octubre de 2015

APRENDIZAJE EN MAGIA III

Quienes no dejaran su labor docente serán aquellos a los que el cambio les pilla en una edad temprana, para los que supone un estímulo acorde con sus convicciones de que la educación debe ser enteramente universal, pero también aquellos que se han resistido al cambio, perpetuando en sus clases el sistema precedente mientras puedan.

La transformación no fue inmediata y se topó con gran resistencia por parte del mundo educativo mágico, lo que provocó que su materialización se retrasase en la práctica mucho más de lo que los responsables del sistema deseaban.

Hasta ese momento, la labor docente era sencilla. Para enseñar magia bastaba con saber magia y tener un poco de "don de gentes" para gobernar la clase. Y si no se tenía ese don, bastaba con usar el autoritarismo del que estaba dotado el profesor.

Ser buen maestro o profesor es un arte del que disfrutan unos pocos.Sin embargo, como en todas las profesiones, las capacidades intelectuales no garantizan las educativas.Estas también deben aprenderse. Nadie nace con ellas.

Tener grandes conocimientos del ilusionismo o ser un grandísimo mago no garantiza ser un buen profesor de cualquier especialidad en la magia.La razón es que para ser un buen docente lo primero que hay que saber es conocer las dificultades del aprendizaje y disponer de estrategias y recursos para poder ayudar al estudiante a superarlas.Lo habitual es que los grandes magos no padezcan esas dificultades. Además, son personas a las que el tema ya les gustaba anteriormente y con el que ya tempranamente no tenían problemas serios. Por eso decidieron adentrarse en el mundo de la magia o de artes afines. Un buen profesor debe ser consciente de las dificultades que conlleva aprender ciertos conceptos o procesos mágicos. Si no ha vivido esas dificultades o si no es consciente de ellas, difícilmente podrá ayudar a sus alumnos. He aquí el reto, el quid de la cuestión de ser profesor de magia.

Bien, con este capitulo terminamos éste temario sobre como enseñar ilusionismo, magia o cómo queramos definir a nuestro querido arte en cuestión. Por otra parte, espero esto sirva de reflexión para todos aquellos que quieran introducirse en el campo de la docencia mágica. Hay que ser consciente que somos nosotros mismos como colectivo, los únicos capaces de sesgar nuestro potencial en la sociedad de hoy en día, o bien de crear a una nueva generación de magos apasionados por la magia, que sencillamente disfruten "per se".

Ya lo decía DAI VERNON: " SI DISFRUTAS ENSAYANDO Y APRENDIENDO, NO TE PREOCUPES, LLEGARAS A TU OBJETIVO".

Sinceramente,

F. Amílcar Riega i Bello.