lunes, 21 de diciembre de 2015

EL JUEGO Y LA MAGIA II

Las fases de la resolución de un problema en la magia son aplicables también a lo juegos, entendiendo bajo este vocablo de este escrito todo rompecabezas, juego competitivo o desafío que podamos describir como de ingenio.

1.- Familiarizarse con la situación. Cuando nos enfrentamos a un juego, lo primero que tenemos que hacer, de igual manera que en cualquier problema, es conocerlo bien, saber cuales son sus reglas, los elementos que lo componen, y las características especiales que emanan de la propia dinámica del mismo, evitando un abordaje alocado que, en la mayoría de los casos, no nos llevaría a ningún lado.

2.- Buscar estrategias. Una vez analizado el juego, o el problema mágico, hay que buscar formas de abordar su resolución, dejando que fluyan las ideas e incluso dando rienda suelta al pensamiento lateral. Algunas claves para ello son: compararlo con otros efectos para ver si hay alguno parecido del que conozcamos su solución; simplificarlo y resolver situaciones intermedias; experimentar y buscar regularidades; realizar esquemas que nos ayuden a comprender mejor su funcionamiento; transformar el problema en otro equivalente, pero mas accesible; la notación es muy importante; suponer que no hay solución y ver que ocurre (reducción al absurdo); métodos generales (ensayo y error, estudiar todos los casos- la técnica de la fuerza bruta-, inducción, demostración hacia atrás.

3.- Aplicar la estrategia. Una vez analizadas las estrategias, se trata de aplicar las que creemos que nos pueden llevar al éxito. Con orden y confianza, avanzando todo lo posible, y guardando registro de los avances obtenidos, e incluso de los caminos frustrados. Si creemos tener la solución, hay que revisarla bien, pero si no conseguimos resolverlo técnicamente, no hay que deprimirse, ni abandonar, sino descansar y volver a la búsqueda de otras estrategias posibles. Y otra cosa, no hay que tener miedo a equivocarse, es parte del aprendizaje y la adquisición de conocimiento.

4.- Aprender y generalizar. En magia, y por tanto en los juegos, no terminamos cuando hemos resuelto el problema, sino que hay que aprender de la experiencia. Entender el porqué la técnica ha funcionado, identificar y comprender en qué consiste para poder utilizarla en el futuro, así como tomar la iniciativa de construir retos mas generales para los que también sirva.

Así es cómo yo estudio magia cuando, leo, y por consiguiente, cuando actúo ante público profano.

Sinceramente,


F. Amílcar Riega i Bello.

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