lunes, 21 de diciembre de 2020

LA RELATIVIDAD DE UN PROBLEMA

¿Qué es un problema?

Según diccionarios de diferentes tipos, un problema es un inconveniente o incógnita que puede tener diferentes tipos de solución. No obstante, la perspectiva que nunca debemos perder es que los problemas siempre tienen solución; otra cosa es que en función de nuestra escala de valores tengan más o menos importancia para la persona que tiene el problema. Si bien, un problema de matemáticas podemos solventarlo haciendo un cálculo o aplicando una fórmula, la mayoría de los problemas en la vida real hay que aprender a relativizarlos. Un problema que pueda ser de gran magnitud para una persona, puede ser muy sencillo para otra, ya que esto depende de la experiencia vivida y asimilada para alcanzar soluciones en situaciones límite. Puede ocurrir al contrario, que un pequeño problema pueda ocasionar una molestia y convertirse en una obsesión y, por lo tanto, un problema a largo plazo de gran magnitud para el individuo que lo vive. La diferencia estriba, sencillamente, en las experiencias vividas y de la escala de valores del individuo.

Si la problemática en cuestión se refiere a necesidades vitales del ser humano, como comer, tener un hogar, tener pareja o, sencilla y materialmente hablando tener dinero, lo cual no quiere decir tener riqueza interior, ya no es un problema, es una necesidad vital y, por tanto, debe tener prioridad a la hora de buscar una solución inmediata. Estos si que son auténticos problemas. Por supuesto, que el tema de la salud en el ser humano debería ser la prioridad absoluta de los problemas mundanos, al no ser que seas consciente de que lo que importa es tu parte espiritual y hayas perdido el miedo a la muerte.

En el día a día de nuestras relaciones personales, la gente comenta problemas que tienen, considerando egoístamente que su problema es el más importante y, así de esta manera, satisfacer su ego para que sus amistades y familia crean que está pasando un mal momento. Cuando realmente existe un problema mental, es cuando la persona permanece en el más absoluto de los mutismos, sin exteriorizar una inquietud interior por la que está pasando. Esto podría dar lugar al comúnmente problema conocido como depresión, lo cual reafirma su importancia y pone en riesgo la salud mental del individuo. Esto que acabo de explicar, no hace falta que se comente a los demás, pues se manifiesta de manera apática en tu carácter o personalidad con respecto al resto de tu existencia. Cabe actuar rápidamente y buscar apoyo en el personal médico adecuado.

El resto de los problemas en la vida diaria conciernen a las relaciones entre seres humanos con diferentes escalas de valores, o diferentes perspectivas, con lo cual deben resolverse con un trabajo interior de reflexión y análisis interior de uno mismo. Ya dijo en una ocasión Julio Verne que el mayor viaje que puede hacerse en la vida es al interior de uno mismo y no al lugar más recóndito del planeta. El que se conoce a sí mismo, sabe como actuar en cada momento, puesto que sabe cual es el límite de intelectualidad o inteligencia, y sabe también cuando es capaz de resolverse y de que manera. Hay gente que crítica a otras personas y acostumbran a ser personas con una escala de valores muy baja. Otra gente comenta los sucesos de la vida diaria y que suceden en nuestra sociedad, acostumbran a ser personas con una escala de valores de un grado medio. Las personas con una escala de valores un tanto elevada, sencillamente, acostumbran a debatir las ideas en general.

Por lo tanto y para finalizar, llegamos al problema existencial por excelencia, la muerte. No es que no tenga solución, es que no somos capaces de recordar que seguramente vamos a ir al lugar de donde hemos venido antes de nacer y que, por lo tanto, se trata de un problema cíclico de renovación de nuestro cuerpo y, por lo tanto, de un problema espiritual. Quien haya leído FEDÓN O LA INMORTALIDAD DEL ALMA de Platón, se dará cuenta de que a Sócrates, dada su visión general y conocimiento de su propio ser, no le daba mucha importancia al hecho de pasar de un plano físico a otro espiritual. Había perdido el miedo a la muerte. Si reflexionamos sobre las palabras anteriormente mencionadas, nos daremos cuenta de que a lo mejor esta es nuestra única misión en la vida, darnos cuenta de que somos inmanentes y que volvemos al principio del cual también hemos sido creados.

Mi pregunta es: ¿Realmente merece la pena considerar los problemas que tenemos en la vida? O por el contrario, ¿es la vida el problema o la solución?

Saludos a tod@s y hasta el año que viene.

Francesc-Amílcar Riega i Bello

sábado, 21 de noviembre de 2020

ASESORAMIENTO MÁGICO A PROFESIONALES

 Como mucho de vosotros ya sabéis, hace ya tiempo que no me dedico a actuar profesionalmente ni vivo de la magia. No obstante, lo que si hago es vivir para la magia. En esta etapa que estoy viviendo y que en enero del 2021 voy a emprender, después de 25 años dando clases particulares a todo tipo de personas que estaban interesadas en la magia, será la de asesorar y dirigir, a la vez que posiblemente crear nuevos actos de magia en toda su complejidad. Esto quiere decir, que me dedicaré a dirigir tanto números para concursos, espectáculos profesionales tanto de magia de cerca, que aunque siendo mi especialidad no será la única y a complementar mis conocimientos de este arte con todos aquellos que quieran que forme parte de su equipo.

Evidentemente, esta no es una tarea fácil, puesto que debes estar muy documentado y tener la posibilidad de asistir a varios congresos, enriqueciéndote con las nuevas ideas que fluyen de los nuevos talentos y nutrirte del conocimiento de las nuevas tecnologías que se desarrollan en nuestra sociedad. Y cuando digo sociedad, no me refiero a la comunidad mágica sino a la comunidad industrial y las nuevas tendencias que surgen día a día en el mundo denominado como NUEVAS TECNOLOGÍAS.

Asesorar a un profesional no es tarea fácil, como he dicho anteriormente, puesto que cada uno tiene sus egos y vanidades y, por supuesto, tiene derecho a tenerlos, pues son esos factores lo que le impulsan a mejorar día a día en sus quehaceres y actuaciones delante del público. A lo que me refiero es que se debe tratar con delicadeza y saber, sobre todo, con quién estás tratando, su personalidad, puntos débiles, entorno en el que ha crecido y que por supuesto habrá condicionado su personalidad humana y artística hasta, supongo, encontrar su propia personalidad o personaje en el ámbito profesional.

Un buen asesor no debe solo contentarse con rectificar la parte técnica de un acto de magia. También debe aconsejar cual es la mejor iluminación y buscar cual es la correcta arqueología del personaje para cada acto profesional. También existe la arqueología del vestuario, según palabras de Ernest Fischer en su libro LA NECESIDAD DEL ARTE, que es ya un clásico entre los artistas de renombre. Dicho esto, hay que tener en cuenta la visión global de lo que el artista quiere transmitir a su público y como quiere transmitir esas emociones o, si por el contrario, lo único que quiere es que el público pase un rato divertido mientras asisten a sus actuaciones. Por cierto, actualmente, también debemos adaptarnos a trabajar para público a través de plataformas digitales, saber como gestionarlas, puesto que serán los managers del futuro en forma de empresas que les da igual el beneficio que les aporte determinado artista, siempre y cuando se cumplan unas determinadas normas de respeto y reconocimiento del público como personas honestas que son. El artista, por su parte, deberá aprender a gestionar su propio estudio en su local de ensayos o domicilio y adecuar de manera inteligente el material que al no ser interactivo y participativo, en cuanto al público se refiere, debe ser más visual como si de un anuncio de publicidad se tratara. Con esto no quiero decir que no haya juegos que puedan ser interactivos a través de las pantallas, sino que el artista en cuestión deberá plantearse transmitir sus emociones a través de la cámara o cámaras y que esto es más difícil todavía que trabajar con público en directo, pero miremos la parte positiva de todo esto e imaginemos que tenemos nuestro propio estudio de televisión y nuestro propio programa de magia. ¿Cómo lo gestionaríamos?

El quid de la cuestión es traspasar fronteras y salvar las barreras que hay desde donde está el artista y llegar a los hogares de los espectadores como si estuvieran presentes en directo en cualquier teatro. Para esto se necesitan unas cualidades y recursos que la mayoría de los magos no tienen y que los que las tienen mantendrán en secreto para segregar de una vez por todas a todos esos magos que trabajaban a un cachet muy barato hasta ahora. Se trata de una estrategia comercial y profesional que hará que los auténticos profesionales tengan que adoptar medidas legales y fiscales y se regularice la situación profesional de todos los que trabajan para público.

Por tanto y ya como conclusión, veamos la parte positiva de esta pandemia, la cual solo nos ha traído desgracias a nivel personal y social, y démonos cuenta de la parte positiva que aporta a nuestra profesión, ya que nos obliga a ser más profesionales, valga la redundancia, y a estar regulados por una serie de sindicatos, si así lo queremos ver, que hará en un futuro que la calidad de los actuantes sea mas pulcra y elitista. Por supuesto, esto implicará mas hermetismo para entrar en estos círculos, pero dadas las circunstancias precarias que estábamos viviendo como profesión antes de la pandemia, servirá para normalizar la situación de los auténticos y verdaderos profesionales de la magia.


Hasta el próximos mes amig@s.


Francesc-Amílcar Riega i Bello.

miércoles, 21 de octubre de 2020

ROY BENSON BY STARLIGHT

 No me cansaré de repetir lo que en una ocasión me dijo Roberto Giobbi con respecto a la originalidad en la magia que realizamos ante el público. La frase fue la siguiente: "Hoy en día, hacer un clásico bien hecho, ya es ser original".

Si realmente aspiramos a esa originalidad bajo este punto de vista, en el libro del que hago el comentario de texto reúne todas esas cualidades inspiradoras y que hacen de ti un mago todo terreno, pues en él, se explican técnicas y juegos de magia de cerca, de salón y de escenario. Estoy hablando del libro ROY BENSON BY STARLIGHT, publicado por www.miraclefactory.net hace ya unos años y que yo tenía en lista de espera para posteriormente ponerme al día y conocer a este gran mago en el que se inspiró uno de los grandes de la magia, ni más ni menos que Fred Kaps.

En este libro, podrás encontrar lo que yo denomino la elegancia de la sencillez en los métodos empleados y el máximo de efectividad en cuanto a efecto mágico se refiere, valga la redundancia. Juegos tan clásicos como los Palos Chinos se describen en minucioso detalle al igual que el juego de la Sal Pura, entre otros. Ardides con la baraja y forzajes clásicos que todos conocemos y que no sabemos de quien son. Aparición final de una carta entre las palmas de las manos, que actualmente utiliza Jeff McBride (Strictly Underhanded), explicadas en minucioso detalle y en esencia pura de las manos del autor. Hay varias rutinas de Aros Chinos con seis, con ocho, con diez, con doce, etc. Así mismo, también puedes encontrar su rutina de Manipulación de Bolas con ligeros toques de magia perversa, un término acuñado recientemente en el foro de Genii, pero que se remonta a muchos años atrás con todos los respetos hacia el mago aficionado Gerald Deutsch, que hace unos tres años publicó como resultado del mencionado foro de Genii un libro de magia perversa que duró 16 años.

En esta rutina de la que hablábamos con respecto a Roy Benson, cuando está ejecutando dicho efecto le aparece una bola roja entre varias blancas, mira al público y consulta un libro -aparentemente de magia- que tiene encima del velador para ver como continúa el juego. Esto es en definitiva el concepto de magia perversa, o sea, la rebelión de los objetos en medio de tu acto profesional y, también para lograr entender dicho concepto, nuestro buen amigo Gerald Deutsch establece varias categorías de magia perversa, en función de la acción y manera en que se rebelan los objetos. Aunque esto sin duda es tema para comentar en otra ocasión, he querido aclararlo aquí para hacer notar que el concepto no es nuevo, sencillamente ha evolucionado.

El mencionado mago, Roy Benson, fue fuente de inspiración y maestro de Tomsoni, del cual este último guardaba un grato recuerdo, sobre todo al realizar él personalmente la rutina de El Cuenco y Las Bolas. Juego que todos conocemos, pero que por sabido, olvidado. En definitiva, Roy Benson fue un mago total y un actor en escena como pocos, a pesar de no haber estudiado teatro ni tener formación artística de ninguna escuela de la época. Su escuela fue pisar los escenarios y conforme iba haciendo sus rutinas para el público, las iba moldeando al ver la reacción de éste, al más puro estilo de construcción de las obras de Shakespeare, el gran maestro y director de teatro inglés.

Para finalizar el libro, nos ofrece varias cartas, puesto que mantenía correspondencia con los mejores showmen y magos del momento, siempre fue un gran desconocido e injustamente ninguneado por la historia de la magia. Ya era hora de que se le hiciera justicia. 

Un libro de casi 900 páginas que merece la pena estudiar a fondo y con detenimiento, para luego poder reflexionar sobre todo el contenido.


Sinceramente.

Francesc-Amílcar Riega i Bello

Hasta el próximo mes amig@s.


lunes, 21 de septiembre de 2020

EL PLACER AL TERMINAR DE LEER UN LIBRO

 EL PLACER AL TERMINAR DE LEER UN LIBRO


No sé si a vosotros os habrá pasado, pero yo siento como un inmensa satisfacción después de leer un libro o un capítulo sobre el que posteriormente tendré que reflexionar o hacer un comentario de texto, para así guardarlo en un futuro y utilizarlo cuando me haga falta.

En el caso que nos ocupa, estoy hablando de la trilogía de Yuval Noah Harari y su visión antropológica de como evoluciona la humanidad y, lo que es más importante, como evolucionará en un futuro con la ayuda de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial principalmente.

¿Puede que tengamos que cambiar de profesión varias veces en nuestra vida? ¿Tendremos que ser más doctos en todas las ramas del conocimiento? ¿Estará obsoleta la democracia liberal? ¿Pasaremos a ser prescindibles como seres humanos individualmente y solo seremos un valor en la economía de mercado?.

Todas estas respuestas se contestan en el libro 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XXI de dicho autor. El escritor, de origen israelí y antropólogo de profesión, catedrático en la Universidad de Jerusalem, nos invita a reflexionar sobre cual será el futuro de las generaciones venideras y, también, si la opinión de la gente mayor contará más que la información de gigantes de internet como Google entre otros. Es difícil calibrar la magnitud de la tragedia en lo que hemos dado en llamar involución humana, puesto que una cosa es saber como funciona el cerebro y otra lo que es la mente.

De todos es sabido que incluso con las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial se pueden llevar a cabo sensaciones y emociones, y producir en el cerebro humano reacciones incluso asombrosas. No obstante, los valores transmitidos por las vivencias con otras personas, incluso de tu propia familia, eso sí que creo que no podrá substituirse. Hablamos de los sentimientos, que no es lo mismo que las sensaciones o las emociones y que sí afectan a la mentalidad y filosofía de cada individuo en su niñez y adolescencia, condicionado por el entorno para que en un futuro no nos puedan arrebatar la capacidad de elección y el libre albedrío, término acuñado psicologicamente para cuando una persona hace una elección teniendo la completa libertad de que ha sido una elección propia.

Como magos que somos, sabemos que esto puede ser incierto y aunque te dé la sensación de que eliges libremente, puedes estar condicionado por diversos factores: publicidad, opiniones, amistades, ... Por suerte o por desgracia, los magos tenemos una perspectiva de la vida, ni mejor ni peor que la de los demás, sino sencillamente diferente y con respecto a este último término acuñado podemos saber certeramente lo que nos depara el futuro inmediato.

Con respecto a las diferentes profesiones que debemos ser capaces de desarrollar, indudablemente, volveremos a ser instruídos como en el Antiguo Egipto, en el cual los Iniciados (Magos) eran doctores, astrólogos, sacerdotes, médicos, entre otras muchas disciplinas. De esta manera tenían un cierto poder en la sociedad y eran grandes consejeros del faraón, que era quien ejercía el poder absoluto sobre el pueblo. ¿Serán este tipo de seres humanos los que tengan el poder político y social en un futuro? El tiempo y las personas de nuestra sociedad podrán las cosas en su sitio en función de cómo elijamos y de nuestra propia concepción o filosofía de vida.


Hasta el próximo mes amig@s.

Sinceramente.

Francesc-Amílcar Riega i Bello

viernes, 21 de agosto de 2020

GÉRMENES Y DEMONIOS

La mayoría de los malentendidos en relación con la ciencia y la religión se derivan de definiciones equivocadas de la religión. Con demasiada frecuencia, la gente confunde la religión con superstición, espiritualidad, creencia en poderes sobrenaturales o creencia en dioses. La religión no es ninguna de esas dos cosas. La religión no puede equipararse con la superstición, porque es improbable que la mayoría de la gente llame a sus amadas creencias "supersticiones". Siempre creemos en "la verdad". Solo son los demás los que creen en supersticiones.

De manera parecida, pocas personas depositan su fe en poderes sobrenaturales. Para los que creen en demonios, los demonios no son sobrenaturales. Son una parte integral de la naturaleza, como los puerco espines, los escorpiones y los gérmenes. Los médicos modernos achacan la enfermedad a gérmenes invisibles, y los sacerdotes del vudú la atribuyen a demonios invisibles. No hay nada de sobrenatural en ello: hacemos enfadar a algún demonio, y el demonio entra en nuestro cuerpo y nos causa dolor. ¿Qué podría ser más natural que esto? Solo los que no creen en demonios piensan en ellos como algo que se aparta del orden natural de las cosas.

Equiparar la religión a la fe en poderes sobrenaturales implica que es posible comprender todos los fenómenos naturales sin la religión, que esta no es más que un suplemento opcional. Una vez que hemos comprendido perfectamente bien toda la naturaleza, podemos decidir si añadimos o no algún dogma religioso "sobrenatural". Sin embargo, la mayoría de las religiones aducen que no es posible entender el mundo sin ellas. Uno no comprenderá la verdadera razón de las enfermedades, las sequías o los terremotos si no tiene en cuenta su dogma.

Definir la religión como la "creencia en dioses" también es problemático. Solemos decir que un cristiano devoto es religioso porque cree en Dios, mientras que un ferviente comunista no es religioso, porque el comunismo no tiene dioses. Sin embargo, la religión la crean los humanos y no los dioses, y se define por su función social y no por la existencia de deidades. La religión es cualquier historia de amplio espectro que confiere legitimidad superhumana a leyes, normas y valores. Legitima las estructuras sociales asegurando que reflejan leyes superhumanas.

La religión asevera que los humanos estamos sujetos a un sistema de leyes morales que no hemos inventado y que no podemos cambiar. Un judío devoto diría que este es el sistema de leyes morales creado por Dios y revelado por la Biblia. Un hindú diría que Brahma, Visnú y Shiva crearon las leyes, y que estas nos fueron reveladas a los humanos en los Vedas. Otras religiones, desde el budismo y el taoísmo al nazismo, el comunismo y el liberalismo indican que las leyes superhumanas son leyes naturales, y no la creación de tal o cual dios. Por descontado, cada una cree en un conjunto distinto de leyes naturales descubierto y revelado por diferentes visionarios y profetas, desde Buda y Lao-Tsé a Hitler y Lenin.

Un muchacho judío se acerca a su padre y le pregunta: "Papá, ¿por  qué no debemos comer cerdo?".  El padre se acaricia la larga barba blanca con aire pensativo y le contesta: "Bueno, Yankele, así es como funciona el mundo. Todavía eres joven y no lo entiendes, pero si comemos cerdo, Dios nos castigará y acabaremos mal. No es una idea mía. Ni siquiera es una ideal del rabino. Si el rabino hubiera creado el mundo, quizá habría creado un mundo en que el cerdo fuera perfectamente kosher. Pero el rabino no creó el mundo: Dios lo hizo. Y Dios dijo, no sé por qué, que no teníamos que comer cerdo. De modo que no debemos comerlo. ¿Lo entiendes?".

En 1943, un muchacho alemán se acerca su padre, un oficial superior de las SS, y le pregunta: "Papá, ¿por qué estamos matando a los judíos?". El padre se calza sus relucientes botas de cuero y, mientras tanto explica: "Bueno, Fritz, así es como funciona el mundo. Todavía eres joven y no lo entiendes, pero si permitiéramos que los judíos vivieran, causarían la degeneración y la extinción de la humanidad. No es una idea mía, y ni siquiera es una idea del Führer. Si Hitler hubiera creado el mundo, quizá habría creado un mundo en el que no fueran de aplicación las leyes de la selección natural, y judíos y arios pudieran vivir todos juntos en perfecta armonía. Pero Hitler no creó el mundo. Solo consiguió descifrar las leyes de la naturaleza, y después nos instruyó para poder vivir de acuerdo con ellas. Si desobedecemos dichas leyes, acabaremos mal. ¿Está claro?".

En 216, un muchacho inglés se acerca a su padre, un parlamentario liberal, y le pregunta: "Papá, ¿por qué deben preocuparnos los derechos humanos de los musulmanes de Oriente Medio?". El padre deja la taza de té en la mesa, piensa un momento y dice: "Bueno, Duncan, así funciona el mundo. Todavía eres joven y no lo entiendes, pero todos los humanos, incluso los musulmanes de Oriente Medio, tienen la misma naturaleza y, por lo tanto, gozan de los mismos derechos naturales. No es una idea mía, y ni siquiera es una decisión del Parlamento. Si el Parlamento hubiera creado el mundo, los derechos humanos universales podrían haber quedado enterrados en algún subcomité, junto con todo ese asunto de la física cuántica. Pero el Parlamento no creó el mundo, solo intenta darle sentido, y debemos respetar los derechos naturales, incluso los de los musulmanes de Oriente Medio, o muy pronto también se violarían nuestros derechos y acabaríamos mal. Ahora, puedes irte".

A los liberales, comunistas y seguidores de otros credos modernos no les gusta describir sus respectivos sistemas como "religión", porque identifican la religión con supersticiones y poderes sobrenaturales. Si decimos a comunistas o liberales que son religiosos, pensarán que les acusamos de creer ciegamente en sueños dorados sin fundamento. De hecho, ello significa únicamente que creen en algún sistema de leyes morales que no fue inventado por los humanos pero que, no obstante, los humanos tienen que obedecer. Hasta donde sabemos, todas las sociedades humanas creen en esto. Todas las sociedades dicen a sus miembros que tienen que creer en alguna ley moral superhumana, y que infringir dicha ley acarreará una catástrofe.

Desde luego, las religiones difieren entre sí en los detalles de sus narraciones, en sus mandamiento particulares, y en los premios y castigos que prometen. Así, en la Europa medieval, la Iglesia católica afirmaba que a Dios no le gustan los ricos. Jesús dijo que era más difícil que un rico cruzara las puertas del cielo que un camello pasara por el ojo de una aguja, y la Iglesia alentaba a los ricos a dar muchas limosnas con la amenaza de que los avaros arderían en el infierno. Al comunismo moderno también le desagradan los ricos, pero los amenaza con conflictos de clase aquí y allá, en lugar de hacerlo con azufre ardiendo después de la muerte.

Las leyes comunistas de la historia se asemejan a los mandamientos del Dios cristiano, puesto que se trata de fuerzas superhumanas que los humanos no pueden cambiar a voluntad. Las personas pueden decidir de un día para otro cambiar la norma del fuera de juego en el fútbol, porque nosotros inventamos esta ley y somos libres de cambiarla. Sin embargo, al menos según Marx, no podemos cambiar las leyes de la historia. Con independencia de lo que hagan, mientras los capitalistas continúen acumulando propiedad privada, es seguro que crearán conflictos de clases y que están destinados a ser derrotados por el proletariado en auge.

Si resulta que el lector es comunista, podría aducir que el comunismo y el cristianismo son, no obstante, muy diferentes, porque el comunismo está bien mientras que el cristianismo está equivocado. La lucha de clases es en verdad inherente al sistema capitalista, mientras que los ricos no padecen torturas eternas en el infierno después de morir. Pero, aunque este sea el caso, ello no significa que el comunismo no sea una religión. Más bien, significa que el comunismo es la única religión verdadera. Los seguidores de cada una de las religiones están convencidos que solo la suya es la verdadera. Quizá los seguidores de una religión estén en lo cierto.


Hasta el próximo mes amig@s.

Francesc-Amílcar Riega i Bello

Texto extraído del libro: HOMO DEUS. Autor: Yuval Noah Harari. Publicado en el año 2015 y que forma parte de la trilogía del mismo autor.

martes, 21 de julio de 2020

ESTRÉS EN EL CONFINAMIENTO

De todos es sabido, que el estrés es la peor sensación mental que puede sufrir una persona en vida. Este tipo de situación psicológica o mental puede originar problemas cardio-vasculares y anímicos que después con el tiempo pueden ser difíciles de reparar. En las circunstáncias que estamos viviendo, en las cuales los gobiernos piensan que las palomas en la jaula también pueden ser felices, tenemos que aprender a canalizar este sentimiento adecuadamente. Las personas que viven en familia, evidentemente, lo tienen más fácil puesto que los hijos y la pareja ayudan a socializar en el día a día constantemente. Las personas mayores que viven solas, tienen un gran handicap, puesto que suelen pensar mucho y solo pueden salir a la calle y socializar mínimamente, saludando a algunos vecinos. Si se vive en una zona rural, la socialización se complica y puede que, en ocasiones, estas personas mencionadas no lo soporten y acaben estallando emocionalmente de una u otra manera.

Sobre todo la gente mayor, que vive sola pero tiene familia y, por supuesto, solo puede hablar con ella telefónicamente, para ellos cualquier incidencia que se produzca en el ámbito local o en su vecindario, puede desencadenar una seria crisis emocional y, a la vez, puede provocar que rompa las normas de convivencia establecidas por las autoridades sanitárias, saltándose a su vez el estado de alarma y viajando a otra población para ver a sus seres queridos. Se corre el riesgo de ser multado por las autoridades y, a su vez, también existe el riesgo más acentuado que es el de contraer este maldito virus en los transportes públicos.

Debemos en lo sucesivo, aprender a relacionarnos con los medios de comunicación que tenemos a nuestro alcance y con la propia tecnología del momento, aunque estemos sanos mentalmente o seamos portadores del virus pero asintomáticos. El uso de la mascarilla se hará imprescindible en los próximos meses y la razón es que las partículas de materia, como el dióxido de carbono u otras fuentes de contaminación ambiental, favorecen que el virus se adhiera a estas, con lo cual, el virus (valga la redundancia) podría propagarse por el aire. Esta es una de las ventajas de las zonas rurales y una de las desventajas de las grandes ciudades.

Una terapia que yo he probado y es efectiva es al menos una o dos veces al día cuando me siento solo en casa, es llamar a mis amigos para preguntar como están de salud e iniciar una conversación sobre algún tema en común para disipar cualquier posible generador de estrés en mi mente. Si a esto le añadimos el hecho de ventilar la casa durante más o menos un cuarto de hora, a la vez que se hacen sencillos ejercícios de respiración o gimnasia sueca, nuestra calidad de vida durante las diversas fases de la pandemia, las soportaremos mucho mejor.


Esperando que mi opinión os sea de utilidad y aprovechando la ocasión, os saluda atentamente.

Francesc-Amílcar Riega i Bello

domingo, 21 de junio de 2020

EL ESPECTÁCULO DE LA ILUSIÓN






La publicación de El espectáculo de la ilusión coincide con la inauguración de la exposición Humo y espejos: La psicología de la magia en la Wellcome Collection. La exposición explora lo que la magia puede revelarnos sobre la mente humana, siguiendo un recorrido que va desde el llamativo apogeo del vodevil decimonónico hasta las exhibiciones de control mental propias del mentalismo practicado por célebres magos contemporáneos.

Ver a un mago hacer un truco provoca la sensación de que delante de nuestros ojos se está produciendo algo imposible. Las monedas desaparecen en el aire, los objetos atraviesan superficies sólidas, los escapistas se liberan de ataduras inquebrantables. Pero ¿qué tiene el truco de especial que lo hace tan atractivo?, ¿por qué resulta tan sencillo engatusar los sentidos?, ¿cómo influye nuestro sistema de creencias cuando nos enfrentamos a la magia?, y, la más desconcertante de todas estas cuestiones, ¿por qué, ante una explicación lógica muchos seguimos prefiriendo creer que está sucediendo algo considerablemente más misterioso?

En el transcurso de la historia, los magos han demostrado poseer una comprensión muy intuitiva del funcionamiento de la mente humana, y han sabido aprovecharse del exceso de confianza que tenemos un nuestros sentidos y el desfase que hay entre lo que creemos percibir (todo) y lo que percibimos en realidad (por necesidad, muy poco) para conseguir logros asombrosos en materia de magia y prestidigitación. Por el contrario, los científicos no han comenzado a apreciar el potencial de la magia como una potente herramienta para el estudio del desarrollo cognitivo hasta hace pocas décadas. Como demuestra la presente exposición, esta relativamente joven disciplina es el último hito de una historia que se remonta a la fascinación decimonónica por lo paranormal, que coincidió con el nacimiento de la ciencia como profesión y el apogeo de la industria del entretenimiento.

Los estragos de la guerra y las epidemias de finales del siglo XIX y comienzos del XX dejaron tras de sí una estela de pérdidas familiares que encumbraron el interés de las masas por el espiritismo moderno. Mucha gente acudía a sesiones espiritistas con la esperanza de comunicarse con los difuntos, y las nuevas técnicas fotográficas pretendían capturar apariciones fantasmales invisibles al ojo humano. Al mismo tiempo, la curiosidad insaciable que suscita lo desconocido llevó al público a acudir en masa a los teatros, donde los magos victorianos replicaban con enorme éxito fenómenos sobrenaturales en espectáculos tan populares como económicamente provechosos. Pero ¿qué pasa cuando los límites se desdibujan y quienes no reconocen ser magos usan la prestidigitación para el engaño, como se acusó de hacer a varios médiums de la época? Si el contexto cambia de mero artista que facilita la "suspensión de la incredulidad" a médium que crea la "declaración de fe", ¿cuáles son entonces las consecuencias y cómo han desafiado los magos tal cambio de paradigma?

A comienzos del siglo pasado los magos y los primeros investigadores de fenómenos paranormales unieron sus fuerzas para diseñar métodos de experimentación que permitieran comprobar la veracidad de los testimonios que se generaban durante las sesiones espiritistas. Sus investigaciones contribuyeron a enriquecer enormemente el incipiente corpus del conocimiento psicológico explorando cómo procesamos nuestras experiencias individuales al tiempo que cuestionaban por qué estamos tan predispuestos a atribuir erróneamente una procedencia paranormal a fenómenos inusuales. La aspiración de los magos de la época de desenmascarar el engaño durante las sesiones no se debía, necesariamente, al rechazo a las creencias sobrenaturales, sino más bien a un cometido moral que querían que instruyera e informara al público. Los experimentos y los desafíos de unos y otros despertaban interés en la audiencia, y era frecuente que los enfrentamientos entre médiums famosos, estudiosos de lo paranormal y magos populares ocuparan la primera plana de los diarios.

Entre los objetos que se muestran en esta exposición se incluyen impresiones de huellas en cera que supuestamente dejaban los difuntos durante las sesiones espiritistas, así como fotografías en las que se muestran los mecanismos de restricción que los magos aplicaban a los médiums para limitar sus movimientos durante los exámenes a los que los sometían. Los objetos expuestos dejan constancia del fuerte contraste entre el rigor de los experimentos científicos y el espectáculo visual de la sesión. Cuando los médiums comenzaron a adquirir reconocimiento internacional, el atractivo de sus espectáculos empezó a entremezclarse con la defensa de su autenticidad, y parece que fue precisamente esta combinación la que definía la esencia de la experiencia de las sesiones. El hecho de que estos acontecimientos paranormales pudieran percibirse como verdaderos al tiempo que se interpretaban como una función teatral arroja luz sobre la capacidad humana de racionalizar creencias tan aparentemente incongruentes. ¿Por qué, en ausencia de pruebas objetivas convincentes, o incluso con pruebas claras de evidencia delatora, persiste la creencia en lo sobrenatural?

Los profesionales que investigan para la Asociación de la Ciencia de la Magia de Goldsmiths, de la Universidad de Londres, se formulan estas mismas preguntas mientras exploran los fenómenos de desvío de la atención con una serie de experimentos que emplean las habilidades de los magos para captar la atención del público. tal y como explica este libro, mientras que los ilusionistas guían sutilmente nuestra visión hacia un objeto o un acontecimiento concreto para que otro nos pase desapercibido, los investigadores, que usan tecnologías de rastreo ocular, han descubierto que se nos pasan por alto trucos de lo más evidente incluso cuando los contemplamos directamente. Si tan fácil es que algo tan obvio nos pase desapercibido, ¿qué cabe esperar, entonces, cuando los magos utilizan métodos complejos para desviar nuestra atención y aprovecharse de nuestras limitaciones perceptivas? La meticulosidad de Tommy Cooper a la hora de planificar sus actuaciones sugiere que su apariencia y su comportamiento absurdo en el escenario constituían en realidad un mecanismo de engaño. De igual forma, de manera generalizada, el que los magos de sexo masculino eligieran ayudantes femeninas (asumiendo que estas no les harían sombra) garantizaba que, mientras el público se deleitaba con ellas, pocos sospecharan que los magos eran los verdaderos autores del truco que presenciaban.

En 2015, investigadores de la canadiense Universidad de McGill publicaron un estudio que titularon Explicación de un truco de magia en diferentes estadios vitales, que explora a qué causas atribuyen niños y adultos los trucos de magia y cómo la diferencia entre sus expectativas y sus presunciones sobre el mundo precisan de diferentes tipos de magia. Los científicos registraron que los niños suelen atribuir la explicación del efecto a un superpoder, mientras que los adultos intentaban explicar el truco usando un precario razonamiento científico o psicológico. Ahora que los mentalistas se esfuerzan por explicar trucos sencillos con argumentos pseudopsicológicos, ¿cómo va a resistirse su público a la seducción de este discurso?

La percepción del funcionamiento mental que ofrece la ciencia de la magia no solo ahonda en el estudio de la cognición humana, sino que también contribuye a aumentar la conciencia de lo susceptibles que somos al engaño. La figura del mago investigador fue crucial para la consecución de los objetivos de los primeros detectives de lo paranormal y esa incipiente disciplina académica que era la psicología. Como maestros del engaño, comprendían que este puede aliarse con la fe para crear relatos potentes, emotivos y convincentes. En esta época en la que la desinformación se esgrime como arma política, dicha percepción aún tiene un peso considerable.

Los equipos mágicos del siglo pasado que se exhiben en esta exposición -y en este libro- contienen muchos trucos idénticos a estos, lo que da a entender que la respuesta humana a la magia se mantiene constante a lo largo del tiempo. Es más, propone que comprender cómo se realiza un truco -o, lo que es lo mismo, aplicar la razón a la experiencia mágica- no tiene por qué ser incompatible con experimentar su efecto tal y como lo pretende el mago. La racionalidad y la irracionalidad no son contrarias, sino que mantienen una relación compleja, una relación que es el núcleo mismo de la experiencia humana. Los magos comprenden de manera intuitiva que el  modo en que recibimos la información afecta a lo que terminamos creyendo. Esta íntima y crítica lectura del comportamiento humano que hacen los magos es la que los capacita para crear ilusiones tan potentes y duraderas. 


Epílogo del libro "EL ESPECTÁCULO DE LA ILUSIÓN" de Matthew L. Tompkins. Editoral Siruela, año 2019. ISBN: 978-84-17860-40-0. Depósito legal: M-14900-2019


Hasta el próximo mes amig@s.

Francesc-Amílcar Riega i Bello.

jueves, 21 de mayo de 2020

EL CREDO CAPITALISTA

En estos tiempos que estamos viviendo, me ha parecido oportuno transcribir literalmente un apartado de la primera novela de Yuval Noah Harari llamada "SAPIENS, de animales a dioses" de la trilogía que algunos de vosotros conoceréis, de un capítulo que me ha parecido realmente significativo e interesante. Este apartado merece la pena ser leído con ánimo de reflexión de lo que es y puede llegar a ser la actual sociedad capitalista en Occidente.


EL CREDO CAPITALISTA


El dinero ha sido esencial tanto para construir imperios como para promover la ciencia. Ni los ejércitos modernos ni los laboratorios de las universidades pueden mantenerse sin bancos.

No es fácil entender el verdadero papel de la economía en la historia moderna. Se han escrito volúmenes enteros sobre la manera en que fundó estados y los arruinó, abrió nuevos horizontes y esclavizó a millones de personas, hizo girar las ruedas de la industria y condujo a cientos de especies a la extinción. Pero para comprender la historia económica moderna, solo necesitamos comprender una única palabra. La palabra es crecimiento. Para bien o para mal, en la salud y en la enfermedad, la economía moderna ha crecido como un quinceañero saturado de hormonas. Se come todo lo que encuentra a su paso y añade centímetros con más rapidez de lo que se tarda en contarlos.

Durante la mayor parte de la historia, la economía mantuvo aproximadamente el mismo tamaño. Sí, la producción global aumentó, pero esto se debió principalmente a la expansión demográfica y a la colonización de nuevas tierras. La producción per cápita se mantuvo estática. Sin embargo, todo esto cambió en la época moderna. En 1500, la producción global de bienes y servicios era del orden de unos 185.000 millones de euros; en la actualidad se sitúa alrededor de los 45 billones de euros. Y aún más importante, en 1500 la producción anual per cápita era de 400 euros de promedio, mientras que en la actualidad cada hombre, mujer y niño produce, de  promedio, 6.500 euros. ¿Qué es lo que explica este crecimiento prodigioso?

La economía es un asunto notoriamente complicado. Para hacer las cosas más fáciles, imaginemos un ejemplo sencillo.

Samuel Avaro, un astuto financiero, funda un banco en El Dorado, California.

A.A. Marrullero, un constructor con futuro en El Dorado, termina un primer trabajo de envergadura, y recibe el pago en metálico por la cantidad de 1 millón de dólares. Deposita esta suma en el banco del señor Avaro. Ahora el banco dispone de 1 millón de dólares en capital.

Mientras tanto, Juana Rosquilla, una cocinera experimentada pero pobre, piensa que existe una oportunidad de negocio: en su parte de la ciudad no hay una panadería y pastelería realmente buena. Pero no tiene suficiente dinero propio para comprar una instalación completa con hornos industriales, fregaderos, cuchillos y cacerolas. Se dirige al banco, presenta su plan de negocio a Avaro y lo persuade de que se trata de una inversión que vale la pena. Este le concede un préstamo de 1 millón de dólares, acreditando dicha suma en la cuenta bancaria de Rosquilla.

Juana contrata ahora a Marrullero, el constructor, para que construya y amueble su pastelería. Su precio es de 1 millón de dólares.

Cuando ella le paga, con un cheque contra su cuenta, Marrullero lo deposita en su cuenta en el banco de Avaro.

De modo que ¿cuánto dinero tiene Marrullero en su cuenta bancaria? Correcto, 2 millones de dólares.

¿Cuánto dinero en efectivo tiene en su caja fuerte del banco? Correcto, 1 millón de dólares.

La cosa no termina aquí. Como suelen hacer los constructores, a los dos meses de empezar las obras, Marrullero informa a Rosquilla de que, debido a problemas y gastos imprevistos, la factura por la construcción de la panadería y pastelería subirá en realidad a 2 millones de dólares. La señora Rosquilla no está en absoluto contenta, pero no puede detener las obras a medio terminar. De manera que efectúa otra visita al banco, convence al señor Avaro para que le conceda un préstamo adicional, y el banquero deposita otro millón de dólares en la cuenta de la cocinera. Esta transfiere el dinero a la cuenta del constructor.

¿Cuánto dinero tiene ahora Marrullero en su cuenta bancaria? Ha conseguido 3 millones de dólares.

Pero ¿cuánto dinero hay realmente depositado en el banco? Sigue habiendo solo 1 millón de dólares. En realidad, el mismo millón de dólares que ha estado todo el tiempo en el banco.

Las leyes bancarias estadounidenses actuales permiten que el banco repita este ejercicio otras siete veces. El constructor tendría al final 10 millones de dólares en su cuenta, aunque el banco sigue sin tener más que 1 millón de dólares en su cámara acorazada. A los bancos se les permite prestar diez dólares por cada dólar que posean realmente, lo que significa que el 90 por ciento de todo el dinero de nuestras cuentas bancarias no está cubierto por monedas y billetes reales. Si todos los cuentacorrentistas del Barclays Bank pidieran de repente su dinero, el Barclays se hundiría de inmediato (a menos que el gobierno se decidiera a salvarlo). Lo mismo ocurre con el Lloyds, el Deutsche Bank, Citibank y todos los demás bancos del mundo.

Esto se parece a un gigantesco sistema Ponzi, o piramidal, ¿no es verdad? Pero, si es un fraude, entonces toda la economía moderna es un fraude. El hecho es que no es un engaño, sino más bien un tributo a las asombrosas capacidades de la imaginación humana. Lo que permite que los bancos (y la economía entera) sobrevivan y prosperen es nuestra confianza en el futuro. Esta confianza es el único respaldo para la mayor parte del dinero del mundo.

En el ejemplo de la pastelería, la discrepancia entre el estado de la cuenta corriente del constructor y la cantidad de dinero que hay realmente en el banco es la pastelería de la señora Rosquilla. El señor Avaro ha puesto el dinero del banco en el activo, confiando en que un día dará beneficios. La pastelería todavía no ha horneado ni una hogaza de pan, pero Rosquilla y Avaro prevén que dentro de un año estará vendiendo diariamente miles de hogazas, panecillos, bollos, pasteles y galletas, con unos magníficos beneficios. Entonces la señora Rosquilla podrá devolver su crédito con intereses. Si en ese momento el señor Marrullero decide retirar sus ahorros, Avaro podrá darle el dinero. Así, toda la operación se basa en la confianza en un futuro imaginario: la confianza que la empresaria y el banquero tienen en la panadería de sus sueños, junto con la confianza del constructor en la solvencia futura del banco.

Ya hemos visto que el dinero es una cosa asombrosa porque puede representar multitud de objetos diferentes y convertir cualquier cosa en casi cualquier otra cosa. Sin embargo, antes de la era moderna esta capacidad estaba limitada. En la mayoría de los casos, el dinero podía representar y convertir únicamente cosas que ya existían en el presente. Esto imponía graves limitaciones al crecimiento, puesto que hacía muy difícil financiar empresas nuevas.

Consideremos de nuevo nuestra panadería. ¿Podría haberla obtenido la señora Rosquilla si el dinero solo pudiera representar objetos tangibles? No. En el presente, ella tiene muchos sueños, pero ningún recurso tangible. La única manera de que pudiera conseguir la construcción de la panadería habría sido encontrar un constructor dispuesto a trabajar hoy y a recibir el pago a algunos años vista, siempre que la panadería y pastelería empezara a producir dinero. ¡Ay!, estos constructores son una raza muy rara. De modo que nuestra emprendedora se encuentra en apuros. Si no tiene una pastelería, no puede hornear pasteles. Sin pasteles, no puede conseguir dinero. Sin dinero, no puede contratar a un constructor. Sin un constructor, no tiene pastelería.

La humanidad estuvo atrapada en este brete durante miles de años. Como resultado, las economías permanecieron congeladas. La manera de salir de la trampa no se descubrió hasta la época moderna, con la aparición de un nuevo sistema basado en la confianza en el futuro. En él, la gente acordó representar bienes imaginarios (bienes que no existen en el presente) con un tipo de dinero especial al que llamaron "crédito". El crédito nos permite construir el presente a expensas del futuro. Se basa en la suposición de que es seguro que nuestros recursos futuros serán mucho más abundantes que nuestros recursos actuales. Hay toda una serie de oportunidades nuevas y magníficas que se abren ante nosotros si podemos construir cosas en el presente utilizando los ingresos futuros.

Si el crédito es una cosa tan maravillosa, ¿por qué nadie pensó antes en él? Claro que lo hicieron. Los acuerdos crediticios de un tipo u otro han existido en todas las culturas humanas, y se remontan al menos hasta el antiguo Sumer. El problema en las épocas anteriores no era que nadie hubiera tenido la idea o supiera cómo usarla. Era que la gente raramente quería extender mucho crédito porque no confiaban en que el futuro fuera mejor que el presente. Por lo general, creían que las épocas pasadas habían sido mejores que su propia época y que el futuro sería peor o, en el mejor de los casos, muy parecido. Para expresarlo en términos económicos, creían que la cantidad total de riqueza era limitada, si acaso no se reducía. Por lo tanto, la gente consideraba que era una mala apuesta suponer que ellos personalmente, o su reino, o todo el mundo, producirían más riquezas dentro de diez años. Los negocios parecían un juego de suma cero. Desde luego, los beneficios de una panadería concreta podían aumentar, pero solo si Génova se empobrecía. El rey de Inglaterra podría enriquecerse, pero solo robando al rey de Francia. El pastel se podía cortar de muchas maneras distintas, pero nunca aumentaba de tamaño.

Esta es la razón por la que muchas culturas llegaron a  la conclusión de que amasar grandes sumas de dinero era pecaminoso. Tal como dijo Jesús:"Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que entre un rico en el reino de los cielos" (Mateo, 19, 24). Si el pastel es estático y yo poseo una porción grande del mismo, entonces debo de haber cogido la porción de alguien. Los ricos estaban obligados a hacer penitencia por sus malas obras dando parte de las riquezas que les sobraban a actos de caridad.

Si el pastel global mantenía el mismo tamaño, no había margen para el crédito. El crédito es la diferencia entre el pastel de hoy y el pastel de mañana. Si el pastel permanece invariable, ¿por qué extender crédito? Sería un riesgo inaceptable a menos que uno creyera que el panadero o el rey que nos pide nuestro dinero podrán robarle una porción a un competidor. De manera que en el mundo premoderno era difícil conseguir un préstamo, y cuando se conseguía uno solía ser pequeño, a corto plazo y sujeto a unas tasas de interés elevadas. De modo que a los emprendedores honrados les resultaba difícil abrir nuevas panaderías y los grandes reyes que querían construir palacios o emprender guerras no tenían otra elección que conseguir los fondos necesarios mediante impuestos y tarifas elevadas. Esto ya les iba bien a los reyes (mientras sus súbditos se mantuvieran dóciles), pero una criada de trascocina que tuviera una gran idea para una pastelería y deseara ascender socialmente solo podía soñar en las riquezas mientras fregaba los suelos de la cocina real.

Era una causa perdida. Debido a que el crédito era limitado, la gente tenía dificultades en financiar nuevos negocios. Debido a que había pocos negocios nuevos, la economía no crecía. Puesto que no crecía, la gente suponía que nunca lo haría, y los que tenían capital recelaban de extender crédito. La expectativa de estancamiento se cumplía.



Extraído del libro arriba mencionado: capítulo 16, páginas 336 a la 341 (ambas inclusive) y con ISBN; 978-84-9992-622-3.


Hasta el próximo mes amig@s.

Francesc-Amílcar Riega i Bello.



martes, 21 de abril de 2020

TIEMPOS MODERNOS

Se ha parado el tiempo y, de repente nos encontramos con que tenemos muchas cosas por hacer que teníamos pendientes.

Aluviones de mensajes en el teléfono, directos de magia en canales diversos, reuniones por redes sociales en grupo para vernos al menos la cara de tristeza que todos tenemos ante una situación previsible si bien gestionada, pero insospechada para la mayoría de los ciudadanos.Somos estos ciudadanos los que sacaremos adelante esta situación, con la colaboración inestimable e impagable del personal sanitario que se está dejando la vida para que yo pueda estar en casa seguro y sencillamente pueda ir hoy a comprar comida para toda la semana, puesto que debemos imponernos restricciones a nosotros mismos.

Amigos que están pasando momentos difíciles y, no te lo cuentan para no preocuparte, como si fueras tonto y no te dieras cuenta puesto que ya los conoces de años. Estrés por no poder despedirte para siempre de gente que quieres y otros que aún sin conocer personalmente se van dejando huella de gigante por la increíble condición humana que tenían.Charlas a través del teléfono que te dejan apabullado por la ingente razón que formula la gente en sus opiniones sobre la clase política.Esas personas que, al fin y al cabo sólo pueden mal gestionar la herencia de antiguos gobiernos y que ven que nuestro país no tiene por donde cogerse desde un punto de vista económico.Y como dirían Tip y Coll, "LA PROXIMA SEMANA HABLAREMOS DEL GOBIERNO". Es muy fácil hacer leña del arbol caído.

Te vuelves egoísta y a la vez quieres hacer algo por la concepción de SOLIDARIDAD  que tienes, pero ya estas harto de que hasta tu perro te robe la inmunidad a esta enfermedad que el no pasará.A la vez, quieres tener el compromiso con la humanidad de poder hacer algo por ella, pero te das cuenta que lo único y lo mejor que debes hacer moralmente es, quedarte en casa.Y entonces te planteas.  Quienes somos como humanos para decidir nuestro propio futuro si éste aspecto está en manos de gente que no tiene recursos, son ineptos y ademas también son egoístas como tu mismo.

Vives con la esperanza de que esto pasará, aunque traerá consecuencias económicas a posteriori. El problema es que ya tenemos problemas actualmente para comprar recursos con que combatir esta pandemia que nos descorazona a todos por muy fuertes que seamos mentalmente, tengamos los amigos influyentes que tengamos y tu poder adquisitivo que no sirve para nada, pues el dinero no se come.¿ Que nos deparará el futuro? Señores, sencillamente, no hay futuro mientras actuemos sólo por dinero y no fomentemos las relaciones humanas.

En casa puedes montar un nuevo espectáculo para cualquier propósito, pero yo lo pondré al servicio de aquellos que en momentos difíciles han estado a mi lado. Trabajaré sin cobrar un euro a beneficio de MEDICOS SIN FRONTERAS pues para mi es una de las organizaciones, con la que vamos colaborando habitualmente en la medida de nuestras posibilidades, que ha estado con los damnificados en todo el mundo, también jugándose su integridad física desde hace varios años.Así que planteémonos que es una buena época para trabajar por los demás aún teniendo esa ética como amor propio que es el hecho de QUEDARSE EN CASA.

Sincera y atentamente amig@s,

F. Amílcar Riega i Bello. 

sábado, 21 de marzo de 2020

XXI ENCUENTRO DE MAGOS FLORENCES GILI 2020

Queridos amig@s.

El pasado fin de semana (6, 7 y 8 de marzo del 2020), estuvimos disfrutando otra vez de este encuentro tan familiar como cada año pretende el Colectivo Pro-Tamarit. Siempre se ha conseguido, con más o menos asiduidad, dar el mejor ejemplo de lo que un festival de magia debe ser para la comunidad mágica. Este año, aún a pesar de las limitaciones en el alojamiento para los asistentes (debido a la implantación de un matadero situado en Binéfar y que da trabajo a prácticamente toda la comarca), se logró solventar de manera más que satisfactoria el problema que implicaba la falta de alojamiento tanto para artistas contratados como asistentes, de manera que la logística en general fue todo un éxito.

Dicho encuentro se celebró con toda normalidad, conservando la cantidad y calidad de los artistas contratados y la gala internacional del sábado (regida por el Mag Lari que estuvo trabajando desde las 10'30 horas de la mañana hasta media tarde de manera altruista) fue todo un éxito, ya que el público salió haciendo muy buenos comentarios y satisfechos de haber visto muy buena magia. 

Es de agradecer por parte de la organización del Colectivo Pro-Tamarit, el detalle que tuvieron conmigo personalmente a modo de agradecimiento por haber asesorado artísticamente este evento durante aproximadamente 15 años. Desde aquí, quiero dar las gracias a todos sus miembros y colaboradores, sin ningún tipo de distinción entre ellos, ya que es la cohesión del grupo la que hace posible llevar las cosas a buen fin. Como ya sabía el colectivo, pues yo había planteado dar un paso hacia atrás renunciando a continuar asesorando el encuentro en una reunión anterior, el trato por ambas partes sigue siendo muy fraternal y brindándonos el calor humano que siempre ha caracterizado a este grupo de mujeres y algún que otro hombre. Mi pensamiento y mi corazón estarán siempre del lado de este tipo de iniciativas y si tengo que ser consultado, pondré a la disposición de la organización cualquier opinión sobre la que se me pregunte, pero de manera oficial he dejado de ser el asesor. 

Si alguien está interesado en ser contratado para futuras ediciones, deberá dirigirse a: info@tamaritemagico.com 

De esta manera será decisión única y exclusivamente, del próximo director artístico y de la organización, la contratación o no de los artistas. Personalmente, yo ya he hecho mi propuesta y les he brindado un candidato que creo que sería muy idóneo para la buena continuidad del festival, así que por mi parte, solo puedo decir que: gracias Pro-Tamarit y gracias también al pueblo de Tamarite de Litera, ya que su hospitalidad, trato y relaciones humanas han sido siempre excelentes y seguirán siéndolo en un futuro.

Puesto que hace años que ya no soy profesional activo de la magia, no acudo regularmente a otros tipos de festivales ni eventos mágicos, ya que debo cumplir con mis obligaciones personales y familiares y, después de más de 15 años, esos recursos personales creo que han llegado a su fin. Hay veces que hay que sacrificar los egoísmos personales en pro de la armonía del conjunto y por el bien del festival que se merece lo mejor en todo momento. Depende de esto el éxito de su continuidad y es esta y no otra la razón por la cual he decidido renunciar definitivamente.

Desde estas líneas quisiera agradecer encarecidamente a todos y cada uno de los miembros del Colectivo Pro-Tamarit, el buen trato que me han brindado durante estos años y también a los artistas que han sido contratados, quisiera agradecerles el haber hecho un esfuerzo personal intentándose adaptar (dado los precios del mercado) a las necesidades de esta gran familia. Nunca he tenido en estos años ningún problema para hablar claramente con los artistas ni con la organización y nadie me ha puesto nunca trabas para venir a trabajar por un módico precio, ni determinadas circunstáncias, que en otras ocasiones hubieran sido inviables.

Por último, solo me resta decir: ¡MUCHAS GRACIAS A TODOS! 

Y nos vemos el año que viene sin falta en el XXII Encuentro de Magos Florences Gili, pero esta vez en calidad de asistente con todo lo que eso supone.

Un saludo magi-cordial para tod@s.

Francesc-Amílcar Riega i Bello

viernes, 21 de febrero de 2020

RESPUESTAS QUE PIENSAS PERO NO DICES

En muchas ocasiones se te presentan situaciones habituales en tu vida cotidiana, en las cuales contestarías una cosa, y por educación o continencia, no dices absolutamente nada o das una respuesta cuanto  menos diplomática. Siempre he pensado que la diplomacia y la tolerancia son las mejores vías de solución a los conflictos en su totalidad. Las situaciones que se dan comúnmente en la vida real y que me producen risa por su peculiaridad son las que sencillamente pienso, pero evidentemente no digo. Y es que a mi se me conoce más por lo que callo que por lo que hablo.

He aquí diversas situaciones y posibles respuestas:

-1.Oiga señor, me podría dar usted un cigarrito? ...¿Qué pasa? ¿Qué están cerrados los estancos?

-2.Por favor, ¡déjame 50 euros! No. Pero hombre, si hace muchos años que nos conocemos... Precisamente por eso.

-3.¿Qué te parece la nueva novia de mi hijo? A mí no me tiene que parecer ni bien ni mal. Es a él que le toca decidir lo que hace con su vida.

-4.(En un recinto repleto de gente e intentando pasar como buenamente puedes). ¡Oiga, pida permiso!. De acuerdo, ¿te apartas o te aparto?

-5.Oiga, ¡es usted un poco borde!. No, sencillamente tengo un buen día.

-6.¿Me puedes acompañar al médico?. Mejor te llamo a una ambulancia.

-7.¿Me puedes enviar tu dirección por whatsapp que ahora no puedo hablar?. ¿Y qué es lo que estás haciendo conmigo ahora?

-8.Yo de ti, el coche me lo hubiera comprado de color blanco. Pues yo de ti, si tienes dinero, me lo compraba en blanco.

-9.Hombre, hace tiempo que no vienes por mi restaurante. ¿Qué pasa? ¿Qué tengo la obligación de venir cada día?

-10.En este juego se ve la trampa. Y tú tienes la bragueta abierta y no he dicho nada.

-11.(Delante de un grupo de gente) ¿Cuánto pesas?. Esto es una cosa que no tengo que discutir contigo. No, pero si no estamos discutiendo. Ya, pero a este paso...

-12.¿Me da usted su tarjeta de visita? (Le entregas una tarjeta de visita que pone escrito: No dirección, no teléfono, no e-mail. ¡NO PROBLEMAS! 

-13.¿Me podrías dejar el coche para ir a una actuación?. ¿Puedes traerme a tu mujer a casa, mientras estás utilizando mi coche?


Si das estas respuestas, probablemente, te tomarán por un mal educado, un borde o puedes llegar a tener algún conflicto. Pero si quieres ser honesto contigo mismo y en vez de pensar lo que dices, decir lo que piensas, este es un buen camino hacia el éxito.

Hasta el próximo mes, amig@s.

Francesc-Amílcar Riega i Bello

martes, 21 de enero de 2020

LOS HOMBRES

LOS HOMBRES



Siguiendo el encabezado de este artículo, que por supuesto no se refiere al género humano sino a los hombres como acto de magia que se exhibió hace muchos años y del que solo quedan vivos José Pallejà Fortea y Joanna Cerdà, su mujer, nos encontramos ante uno de los fenómenos más relevantes del mundo de la magia.

Algunos de vosotros habréis visto el número proyectado en la sociedad de magia o, a lo mejor, en el Festival Florences Gili que se celebra cada año en Tamarite de Litera (Huesca) durante el segundo fin de semana de marzo. Evidentemente, estas personas en cuanto a concepción mágica, iban muy adelantados a su época, lo cual provoca que actualmente ideas que ellos habían desarrollado se les ocurran a magos en la actualidad. No entraré en valoraciones, puesto que en el mundo en que vivimos estamos sumidos en la más intensa subjetividad y, a veces, aún con buena intención dada nuestra ignorancia con respecto a los magos clásicos, creemos haber inventado un efecto y este ya existía. Ocurre en todas las especialidades de la magia, pero muy a menudo ocurre en magia de cerca, con técnicas, movimientos o versiones de juegos, aunque en ocasiones también ocurre con la magia de escena.

Es importante a la hora de decidir concursar en un congreso, si por ejemplo haces una rutina de aros chinos, intentar conocer todas las que existen hasta la actualidad y, a partir de aquí, trabajar sobre seguro y según tu propia experiencia e intuición, crear tu propio estilo y presentación del juego en sí mismo. A mí, en ocasiones, me ha ocurrido sobretodo cuando llevaba pocos años en el mundo de la magia, que creía haber inventado un efecto que ya estaba creado, inventado y conocido por la comunidad mágica, pero por ignorancia propia mi atrevimiento era sublime y me sentía dichoso, alimentando mi ego con respecto a dicho juego o acto. Sé que algunos magos famosos también han incurrido en sus comienzos en crear un personaje que ya había sido interpretado y rodado durante muchos años por otro mago en el otro extremo del planeta.

Como he dicho anteriormente, hay que documentarse bien a la hora de elegir los efectos y ver si hay antecedentes en nuestro intento de ser originales e intentar conseguir nuevas metas en nuestro mundo interior. A esta reflexión se llega cuando llevas en la profesión como mínimo unos veinte años. Y esto sucede puesto que en esos veinte años acudes a muchos congresos, festivales, lees libros y te deleitas con conferencias, vídeos y te reúnes con otros magos. Creo que es importante tomar conciencia a la hora de ser creativo, pues podemos incurrir en plagio sin la más mínima intención, como ya he dicho anteriormente, por falta de cultura mágica. No digo que no haya que ser original en las presentaciones, charlas (sean estas narrativas o argumentadas) tanto de cerca como de escena. Hoy en día, hacer un clásico de la magia bien hecho, ya es ser original. Si además a esto le añadimos nuestra propia personalidad, si que tendremos una pequeña joya o diamante en bruto, al que solo le hará falta pulir las asperezas a base de contrastarlo con la opinión del público y sus aplausos.

En ocasiones en que te encuentres creyendo que has inventado algo, intenta consultar con las generaciones anteriores a la tuya y, de esta manera, tendrás una perspectiva más amplia y es como si tuvieras más cultura mágica para que este fenómeno no te suceda. Si te sucede, no importa que esté creado, puesto que a ti se te ha ocurrido también. Lo único que significa esto, es que caminas en una buena dirección y que tienes ciertos paralelismos, o tu modo de pensar es parecido al que lo inventó hace años. Una buena solución de continuidad sería escuchar y aprender de esa corriente de pensamiento porque caminaba en la misma dirección que tú, aunque mucho antes en el tiempo. Es ahí donde debes profundizar estudiando la filosofía de ese mago en cuestión, e intentar llegar donde el no fue capaz de llegar porque partió de cero.

Al final llegarás a la conclusión de que es mejor reconocer públicamente que algo que se te ha ocurrido a ti, es mérito de otro autor y tú, dedicarte a profundizar sobre esa nueva corriente de pensamiento con la que nadie tuvo afinidad en su momento, pues sencillamente era una concepción mágica adelantada a su época.

Hasta el próximo mes amig@s.

Sinceramente.

F. Amílcar Riega i Bello