EL CONJUNTO MONUMENTAL
El museo de la Plaça del Rei permite hacer un recorrido por 1.400 años de historia de Barcelona, desde la Barcino romana del siglo I antes de nuestra era, pasando por la Barcinona visigoda de los siglos V - VII de nuestra era, hasta la Barcelona medieval del siglo XV. En sus salas se exponen más de seiscientas piezas originales, imágenes, maquetas y mapas para explicar este periodo de la historia de nuestra ciudad.
Desde el año 1931 y hasta la Guerra Civil se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas en el espacio que tenía que ocupar el Casal Gótico de Clariana-Planellàs (actual sede del museo), trasladado a la Plaça del Rei desde la calle Mercaders a raiz de la Via Layetana. Estas intervenciones permitieron descubrir los restos de una parte importante de la antigua colonia romana de Barcino. El año 1943 se abrió el Museo Histórico de la Ciudad, que incorporaba parte del subsuelo arqueológico descubierto en los años treinta, el Saló del Tinell del Palacio Real Mayor, redescubierto el año 1936, y la Capilla de Santa Agata. El año 1944 en la calle de los Condes se encontrará parte de la primitiva seo episcopal y el año 1968, su baptisterio.
El recorrido actual empieza en la planta baja de la Casa Padellàs, donde se explica la ocupación del plan de Barcelona para las Comunidades Neolíticas y posteriormente, las Ibéricas. Un paseo de 4.000 m2 por el subsuelo de la ciudad actual nos permite acercarnos a las murallasque tuvo la ciudad romana, una del siglo I y la otra del siglo III, y a las calles INSULAE donde hubo una serie de talleres.
También se pueden visitar los diferentes espacios del conjunto episcopal, asimismo como el Palacio del obispo, la iglesia cruciforme, el baptisterio y el aula episcopal o sala de recepción del obispo, en el centro de poder de la Barcino visigoda de los siglos VI - VII de nuestra era.
El museo muestra también la evolución de la Barcelona medieval con una exposición permanente en el espacio del Palacio Condal del siglo XII. Un nivel por encima, el visitante puede ver el Saló del Tinell y la capilla de Santa Agata, ambos del siglo XIV, espacios del Palacio Real Mayor que, junto con la sala Padellàs, acogen las exposiciones del museo.
BARCINO, LA BARCELONA ROMANA.
Barcelona fue fundada el año 10 antes de nuestra era en época del emperador Augusto. La nueva ciudad nace con el nombre de Barcino y con categoría jurídica de colónia. Era una pequeña ciudad fortificada, de tan solo 10 hectáreas, con una red viaría organizada a partir de dos ejes perpendiculares, el decumanus maximus y el cardo maximus. En el cruce de estas dos calles principales se encontraba el forum, plaza pública de la ciudad, centro de la vida religiosa, jurídica y administrativa.
En la ciudad se localizaban edificios públicos como las termas, los colegios y las asociaciones profesionales y, sobretodo los domus de las familias más importantes (Domus Avinyó y Domus Sant Honorat). También había tiendas, talleres y algunas instalaciones productivas, como las que se pueden visitar en el subsuelo de la Plaça del Rei.
En el subsuelo arqueológico de la Plaça del Rei, el visitante puede pasear por las calles y por una parte del barrio de talleres y factorias situadas a tocar de la muralla, en el ángulo norte de la Barcino romana, muy cerca de una de las puertas de entrada. Ahí encontramos una lavandería (fullonica) y una tintorería (tinctoria) del siglo II, una factoría de salado de pescado y salsas derivadas (cetaria) como el garum romano (salsa afrodisíaca), y una instalación vinícola, las dos del siglo III de nuestra era. En las distintas salas de recorrido expositivas se pueden ver más de trescientas piezas del siglo I al IV.
DE BARCINO A BARCINONA.
PRIMITIVA SEDE CRISTIANA Y NUCLEO DE PODER VISIGODO.
La primera sede oficial del cristianismo en Barcino se empezó a construir en el ángulo norte de la ciudad, donde se estructuró el nucleo episcopal del siglo IV, con una primera basílica y un primer baptisterio que tenía una piscina cuadrada.
A principios del siglo V los visigodos llegaron a Hispánia. El rey Ataülf y su esposa Gal-la Placidia, hija del emperador romano Teodosio I, hicieron estancia en Barcino el año 415. En diferentes momentos del siglo VI los visigodos escogieron la ciudad como sede de la Corte Real. Barcino pasó a llamarse Barcinona y después fue punto de encuentro de monarcas y usurpadores, un escenario de las luchas de poder de la época.
Con el asentamiento de los visigodos, que profesaban el arrianismo, se produjo una dualidad de cultos en Barcino y convivieron dos obispos, el arriano y el católico, en dos grupos episcopales. El primer grupo y centro de poder de la Barcino visigoda se puede visitar en el subsuelo de la Plaça del Rei. La ubicación paleocristiana del siglo IV se remodelo en el siglo V y se amplió y monumentalizó en el siglo VI. Se conserva el baptisterio de piscina octogonal, el aula episcopal o sala de recepción del obispo, y su residencia, todo del siglo V.
También se han preservado las edificaciones del siglo VI: un nuevo palacio para el obispo, la iglesia cruciforme y la residencia del poder civil visigoda.
El grupo episcopal católico, que está fechado en el siglo VI, se localizaba en la actual Basílica de los Santos Mártires Justo y Pastor. Se conserva la Basílica, un Baptisterio en forma de cruz y una tumba monumental, seguramente de un obispo. Los restos arqueológicos se pueden visitar en el interior de la parroquia. Las dos estructuras episcopales perduraron hasta que los arrianos adoptaron el catolicismo durante el Concilio de Toledo en el año 589. En el subsuelo arqueológico del museo, la exposición Barcino en la Antigüedad tardía. El cristianismo, los visigodos y la ciudad, con unas 120 piezas de los siglos V - VII, nos acerca a este periodo.
BARCELONA, IMPERIO MEDIEVAL Y SEDE CONDAL Y REAL.
Barcinona fue conocidacomo Medinat Barshalüna durante el corto periodo de dominación arabe (711 - 801), que acabó con la conquista de la ciudad por los carolingios. A partir de aquel momento fue un condado bajo domio franco. Los Condes de Barcelona fueron anexionando otros condados y progresivamente consiguieron más autonomía y poder. En el año 1.150 el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, se casó con Peronella d'Aragó y se convirtió en principe regente de la Corona de Aragón. A medida que se conquistaban territorios Barcelona fue una urbe más poblada y más rica.
En los siglos XIII y XIV se hizo necesaria la construcción de nuevas murallas que protegiesen la ciudad, en un momento en que Barcelona se levantaban edificios como Palacios, iglesias, la Catedral y, por descontado, el Palau de los Condes reyes. La antigua residencia del poder civil visigodo (Comes Civitatis) se fue transformando con el tiempo. Los Condes Carolingios la ampliaron y en el siglo XII se contruyó una nueva en el mismo sitio, que más tarde sería el Palacio Real Mayor.
En el museo se puede ver una secuencia de ésta sucesión de palacios del poder condal real en una misma ubicación, desde la época visigoda hasta el de la monarquía catalanoaragonesa. En la sala cubierta con dos vueltas de medio punto del palacio condal del siglo XII que se conserva en el Museo de Historia de Barcelona, encontramos una exposición permanente sobre la Barcelona de la Alta Edad Mediana. Más de doscientas piezas y numerosa información muestran la evolución urbanistica, política, económica y social de Barcelona desde el siglo VIII hasta el XIII.
EL PALACIO REAL MAYOR.
El Palacio Condal de Barcelona era un edificio románico que se transformó a lo largo de los siglos XIV y XV en un Palacio Real gótico mucho más grande y espectacular, el más importante y simbólico de la monarquía catalanoaragonesa. Se comenzó a nombrar con el epíteto mayor cuando Pere el Cerimoniós construyo otro en Barcelona, el menor o de la Reina, para compensar la pérdida de espacios residenciales provocados por la ampliación de la gran sala ceremonial.
Se trata del impresionante Saló de Paraments, conocido actualmente como el Saló del Tinell, proyectado por Guillem Carbon. ell. Las obras se llevaron a cabo entre 1359 y 1370 y es uno de los mejores ejemplos del gótico civil catalán, con sus grandes arcos diafragmáticos que hacen posible espacios mucho más amplios sin columnas. En el siglo XVI fue la Casa de los Escribanos de la Real Audiencia, excepto el pequeño sector meridional, que con una buena parte del conjunto paladino alojó el Tribunal de la Inquisición. A partir de1722 y hasta el inicio de la guerra Civil en el año 1936, el espacio acogió a la Iglesia del monasterio benedictina de Santa Clara. En 1937 el derribo de la Iglesia permitió redescubrir el Saló del Tinell, que posteriormente fue restaurado.
Las reformas de Pere el Cerimoniós y otras de posteriores, y el derribo de la antecámara en el siglo XIX ( la actual es una reconstrucción historicísta del siglo XX), han dejado como único testimonio de la obra primitiva gótica de Jaume II la Capilla Real, conocida actualmente como Capilla de Santa Agata. Levantada sobre la muralla romana entre 1302 y 1318, destacan la cubierta de madera policromada y el Retablo de la Epifanía, pintados ambos en los años sesenta del siglo XV por Alfonso de Córdova y Jaume Huguet, respectivamente, a petición del nuevo rey, Pere de Portugal. Cerrada al culto en el año 1835,fue el primer edificio considerado Monumento Nacional (1866) y acogió al Museo Provincial de Antigüedades entre los años 1.877y el 1.932.
Hasta el mes que viene amig@s,
Sinceramente,
F. Amílcar Riega i Bello.
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