martes, 21 de junio de 2022

MANIPULACION

MANIPULACION


De tod@s es conocida la figura de FRED KAPS y de lo que era capaz de hacer en escena. Tanto si hacía manipulación como no, se entretenía con el público, pero también para ellos. Los hacía participar provocando una simetría como pocos magos son capaces de provocar, haciendo un acto de manipulación. Su interpretación, manejo del material y complicidad, hicieron de él, uno de los más grandes magos que haya visto jamás.


Cuando vamos a un espectáculo de magia y vemos a un manipulador o cuando vemos un acto de manipulación en un congreso, los magos esperamos que nos sorprendan con nuevas técnicas de última generación o lo más novedoso que haya en ese momento. Yo lo que admiro, sigue siendo la naturalidad del ejecutante en lo que hace y sus rutinas y a ser posible que esté argumentado.


En magia, no se trata de hacer lo más difícil que existe, sino saber cual es tu límite técnico y con esas técnicas, hacer el máximo de secuencias o rutinas bien hechas. Llamadme clásico si queréis, pero yo disfruto más con una producción de cartas estilo Cardini bien cubierta, que con una producción con la técnica de Tenkai y estar pendientes de cerrarte más en escena para cuidar los ángulos y posibles carencias que pueda tener ésta. Claro está que Tenkai también es un mago clásico, pero tiene sus limitaciones para el gran público. Ultimamente está muy de moda utilizar estas técnicas, asimismo como el BLACKART y creedme, no estoy en contra, pero ¿ quien trabaja en en escenario de teatro hoy en día ? Sólo unos pocos privilegiados que tienen la suerte de llenar las salas donde actúan.


No obstante, hay que tener en cuenta que, la mayoría de nosotros trabajamos en salas pequeñas, pubs, o en convenciones de empresa. En estos lugares, no se dan las mismas condiciones que en grandes teatros. Mi pregunta es la siguiente: ¿ Porqué perdemos el tiempo, aprendiendo técnicas tan complicadas y que no vamos a utilizar nunca ? Si es por buscar nuestra propia satisfacción, lo puedo entender en parte, pero si no, no lo entiendo. Es una pérdida de tiempo.


Precisamente quien trabaja en grandes teatros, prefiere hacer efectos de Grandes Ilusiones y no MANIPULACION. Ahora bien, los pocos privilegiados que trabajan en teatros pueden conseguir el efecto deseado y hacerlo con mucha naturalidad y claridad para el público. He visto con mis propios ojos trabajar el BLACKART en magia de cerca en un congreso, no hace muchos años y tener un espectador sentado al lado que se daba cuenta de todo y no podía hacer otra cosa que aplaudir cuando lo hacía el público. ¿ No debería ser al revés ? El primer sorprendido debería ser el espectador que está en escena, para proyectar su reacción al público y dar testimonio de lo que sucede a poca distancia, haciendo de altavoz al público, que reaccionaría después con aplausos como muestra de agradecimiento por lo visto, al más puro estilo de NATE LEIPZIG.


El auténtico artista debe cuestionarse, que estará pensando el público, cuando vea en directo su espectáculo y es por eso mismo, que lo debe tener presente cuando construya su propio número en su totalidad. ¿ Cual debe ser el guión interior del mago mientras realiza una rutina ? ¿ Que está pensando el público con respecto al método empleado ?. La respuesta a la primera pregunta debería ser que el mago solo percibe de cara al público la vida externa y no transmitir cualquier atisbo del método, aún conociendo el secreto real que produce el fenómeno de dicho efecto. Y la respuesta a la segunda pregunta debe plantearse, poniéndote en el lugar del público como si de un espejo mental de razonamiento se tratara.


Hay que acumular riqueza de conocimiento de nuestro arte, sino podemos incurrir en el error de que a la salida del espectáculo o incluso durante el mismo, no sea creíble la personalidad o personaje que quiera transmitir el mago. Puede ser que el público admire a un manipulador joven, pero no a un mentalista de la misma edad. Tener conocimiento de la historia de la magia, hace que también ganes en credibilidad como intérprete. O al menos esta es mi opinión. Tenemos que entender que nuestro público no son los magos sino los neófitos. Serán ellos los que nos llenen las salas donde actuemos. Hay que ser ricos en conocimiento, pero no a cualquier precio.


Es como tener una biblioteca inmensa y no tener los mejores libros para aprender magia.     ¿ De que sirve tanto dinero gastado ?. O lo que es lo mismo, tener una gran biblioteca y no haberse leído ni la mitad de ella. Si me apuráis, aún se puede agudizar y profundizar en la cuestión. ¿ De que sirve el que ha leído mucho, pero cuando lee, no interioriza lo que está leyendo ? Ya lo decía el gran filósofo PLATON : " El que aprende y aprende y no pone en práctica lo que aprende, es como el que ara y ara y no siembra ".

Esta y no otra, ha sido la frase del mes amig@s.


Hasta el mes que viene.


Sinceramente,


F. Amílcar Riega i Bello.