lunes, 21 de agosto de 2023

UN DIA CUALQUIERA

 Hola amig@s,


Paso a explicaros lo que sería un día cualquiera de mi vida actualmente y las vicisitudes por las que atravieso hasta que finalmente me voy a dormir al lado de mi esposa del alma donde encuentro mi remanso de paz cada noche.


Para empezar, mi mujer se levanta a las 6:30h de la mañana para ir a trabajar, cosa que los seres normales hacen, pero que a mi me fastidia porque tengo que soportar el sonido del despertador con la tipica melodía romántica para que no me pueda enfadar en absoluto. Con este calor que hace, ya no me vuelvo a dormir hasta dentro de un par de horas. A los 15 minutos suena el despertador para tomarme las pastillas de las 9h que me tomo cada día. Es entonces cuando me doy cuenta que aquí empieza mi calvario, pues dentro de 1 hora empezaran a hacerme efecto las pastillas y tendré que levantarme, para empezar con mi rutina diaria. No obstante, antes habré tenido que soportar los más o menos 20 saludos de WhatsApp de ¡Buenos dias! de todos los pesados adictos del medio y que aunque no les contestes, siguen saludandote cada mañana.


Por educación o ludopatía, les contestas a tod@s sin excepción, no vaya a ser caso que alguien te mande por la noche otro mensaje con alguna indirecta del porque no le has deseado buenos dias con uno de esos mensajes habilitados especialmente para tocar los bemoles y no dejarte descansar en paz al día siguiente. Bueno, llegada las 11h de la mañana empiezan las llamadas tipo: ¿Si digame ? ¿ El titular de la linea ? Sin comentarios. Y más tarde los retrasados que no te han deseado buenos días y que lo hacen ahora porque se han levantado tarde o cualquier otra menudencia. El caso es no dejarte ensayar tranquilo los últimos juegos que has leído estos últimos días en tu libro preferido. Ya tengo una buena excusa para cuando mi esposa al mediodía, en la llamada de control me pregunta que has hecho, poder decirle que nada.


Dadas las horas que son ya no tengo tiempo de hacer más que la comida que con la calor que hace, me apetece muchisimo meterme en la cocina. Me hago algo a la plancha y una ensalada y listos. Cuando me dirijo a comer tranquilamente, llega la llamada de rutina de mi esposa que ya ha acabado de comer y quiere saber que he hecho y como estoy. ¿Cómo voy a estar ? Hasta los bemoles de tanto perder el tiempo en tonterias entre las cuales me planteo a veces si no estará la de seguir vivo, dadas las circunstancias. Finalmente degusto la vianda a la plancha o cualquier otro tipo de alimento que me haya preparado, con la esperanza de que nadie me moleste en un rato y pueda ir a hacer la siesta despues de fregar los platos. Pero efectivamente no es así, puesto que siempre hay alguien que te llama para pedirte consejo artístico y lo hace a una hora que sabe que te va a encontrar en casa. ¿ A una hora que me va a encontrar en casa ? Pero si todavía no he salido. Claro, con la calor que hace. ¡ Pardiez !


Cuando acabo con la supuesta consulta que resulta ser de lo más intrascendente, decido escuchar un Podcast de historia o arte y es entonces cuando logro quedarme dormido con el subsiguiente cabreo por no haberme enterado del contenido del programa, o sea una amargura, la mia. Por no repetir la escucha del Podcast en cuestión, me pongo a leer algo interesante, aunque confieso que estoy más pendiente de si me llama alguien que de la lectura que acostumbra a ser en inglés. Pero no ocurre, ¡MILAGRO! Por lo que ahora si me concentro media hora en la lectura de los 2 juegos que mañana la llamadita de turno me va a fastidiar mientras los esté ensayando. Y cuando me doy cuenta, ya es la hora de ir a buscar a mi esposa al trabajo para hacer algo de ejercicio como toca cada día. Pero claro, con la calor que hace, me lo pienso y salgo antes para tirar la basura e ir caminando tranquilamente hasta donde trabaja. Llego, saludo a tod@s y bebo un poco de agua que ella tiene reservada para mi. Volvemos cuando ella acaba de trabajar y al llegar cerca de casa, merendamos algo ligero y jugamos una partida de ajedrez antes de que volvamos a casa y a la calor del ambiente amenizada por ventiladores.


Ahora ya son las 6 y pico y ninguno de los dos tiene ganas de hacer nada con lo cual ella se pone a ver la tv y yo a leer o escuchar el Podcast que no he podido escuchar esta mañana hasta que llega la hora de cenar y esperar que no haya engordado con lo poco que me he movido en todo el día, esperando que en el próximo analisis salgan bien los resultados.


En definitiva llego a la conclusión de que soy un gruñon y me estoy haciendo viejo, con lo cual esta caracteristica se va a acentuar con el tiempo. Esto puede llegar a ser un desastre de vida y si no fuera por mi mujer no sé que haría. A lo mejor...TANTAS Y TANTAS COSAS.


FRASE DEL MES: " No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. "


Hasta la proxima amig@s,


Sinceramente,


F. Amílcar Riega i Bello.