miércoles, 21 de septiembre de 2022

CARMEN DE AMILKAR

 Narrar las cualidades de una persona fallecida, resulta relativamente fácil sobretodo si lo que se pretende es ensalzar el momento y la figura, junto con la integridad de dicha persona. Ahora bien, decir o hablar de una persona en vida con todas sus virtudes y defectos corresponde sólo al género de los amantes. Escribir sobre con quien compartes todo en la vida, no resulta tampoco fácil. Sabemos de antemano que no vamos a ser objetivos ni imparciales, pero este supuesto, también se da en el caso de que la persona haya fallecido.


En éste caso hablaremos de mi esposa Carmen...


Desde que la conocí, me pareció una persona cristalina en sus sentimientos, pensamientos e integra en su quehacer en el día a día cotidiano. Todos los halagos que pueda decir se quedan cortos cuando se refiere uno a una alma cándida como ella. Nunca una mala palabra, un desdén, un desprecio además de la increible virtud de no tener como respuesta un no para mi, desde que nos conocemos. Hay gente que no se cree, que no hayamos discutido en tantos años pero es la pura verdad. ¡ Allá ellos con sus prejuicios !


Desde un primer momento, se mostró interesada por la magia, lo cual me llena de orgullo. Y en cierta ocasión, actuó para la cena de empresa de Navidad. Habiamos preparado la primera rutina del libro ROBERTO LIGHT y sucedió. Tuvo un éxito rotundo y fue muy aplaudida. Y digo que sucedió, porque no le gusto la emoción de sentirse protagonista. Ella me dijo en su día, como le había subido el ego y que esa emoción no le había gustado. Ahora en la actualidad, sólo hace talleres para niños una vez al año, en la Jornada de puertas abiertas al público donde trabaja. Creo que, con esto ya lo he dicho todo.


Desde que la conoci, y después de varias experiencias a la espalda y curtiendome el corazón, lo que buscaba era una persona con la que complementarme más allá de la belleza física. Buscaba más el amor espiritual que el carnal, y fué lo que encontré. Además nos deseamos y sabemos que detrás de una mirada pícara hay momentos entre las sabanas, pero también sabemos que esto, no es lo más importante. Lo importante es el silencio que viene después y que te hace preguntar al inconsciente si se puede ser más feliz. Por supuesto, la respuesta es no.


No entraré en detalles sobre nuestras intimidades, porque para eso se le llama intimidad. Pero de la misma manera que muchos de nosotros cantamos cuando somos felices, yo escribo en secreto este escrito, para que cuando lo leais, compartais con nosotros esta dicha que se llama felicidad y amor. Por supuesto, cuando lo lea ella, se me pondrá roja como un tomate al verme y nos fundiremos en un abrazo, mínimo de ocho segundos. He de decir que nuestros abrazos son lo más reconfortante que he experimentado en vida con Carmen. Cada vez que nos abrazamos, siento en su pecho el latido de su corazón en su pecho que me hace vibrar como ser espiritual que soy, viviendo una vida humana.


LLegar a la conclusión de que no somos seres humanos viviendo experiencias espirituales, sino espiritus viviendo experiencias humanas, es muy fácil con personas como mi esposa Carmen. Con el tiempo se ha forjado el respeto, admiración y sentimiento fraternal de tod@s mis amigos sin excepción. Ha sido una tarea que para mi resultaría imposible y que ella ha sobrellevado desde que nos conocimos hasta conseguir su objetivo, que era robarle el corazón a mis amig@s. Ella probablemente, no sea consciente de esto último que he dicho, pero es porque nunca lo ha pretendido.


FRASE DEL MES: " Hacer las cosas sin esperar nada a cambio, produce lo que se da en llamar un efecto de simetría psicológica dificil de resistirse a ella."


Hasta el próximo mes amig@s,


Sinceramente,


F. Amílcar Riega i Bello.