sábado, 21 de noviembre de 2020

ASESORAMIENTO MÁGICO A PROFESIONALES

 Como mucho de vosotros ya sabéis, hace ya tiempo que no me dedico a actuar profesionalmente ni vivo de la magia. No obstante, lo que si hago es vivir para la magia. En esta etapa que estoy viviendo y que en enero del 2021 voy a emprender, después de 25 años dando clases particulares a todo tipo de personas que estaban interesadas en la magia, será la de asesorar y dirigir, a la vez que posiblemente crear nuevos actos de magia en toda su complejidad. Esto quiere decir, que me dedicaré a dirigir tanto números para concursos, espectáculos profesionales tanto de magia de cerca, que aunque siendo mi especialidad no será la única y a complementar mis conocimientos de este arte con todos aquellos que quieran que forme parte de su equipo.

Evidentemente, esta no es una tarea fácil, puesto que debes estar muy documentado y tener la posibilidad de asistir a varios congresos, enriqueciéndote con las nuevas ideas que fluyen de los nuevos talentos y nutrirte del conocimiento de las nuevas tecnologías que se desarrollan en nuestra sociedad. Y cuando digo sociedad, no me refiero a la comunidad mágica sino a la comunidad industrial y las nuevas tendencias que surgen día a día en el mundo denominado como NUEVAS TECNOLOGÍAS.

Asesorar a un profesional no es tarea fácil, como he dicho anteriormente, puesto que cada uno tiene sus egos y vanidades y, por supuesto, tiene derecho a tenerlos, pues son esos factores lo que le impulsan a mejorar día a día en sus quehaceres y actuaciones delante del público. A lo que me refiero es que se debe tratar con delicadeza y saber, sobre todo, con quién estás tratando, su personalidad, puntos débiles, entorno en el que ha crecido y que por supuesto habrá condicionado su personalidad humana y artística hasta, supongo, encontrar su propia personalidad o personaje en el ámbito profesional.

Un buen asesor no debe solo contentarse con rectificar la parte técnica de un acto de magia. También debe aconsejar cual es la mejor iluminación y buscar cual es la correcta arqueología del personaje para cada acto profesional. También existe la arqueología del vestuario, según palabras de Ernest Fischer en su libro LA NECESIDAD DEL ARTE, que es ya un clásico entre los artistas de renombre. Dicho esto, hay que tener en cuenta la visión global de lo que el artista quiere transmitir a su público y como quiere transmitir esas emociones o, si por el contrario, lo único que quiere es que el público pase un rato divertido mientras asisten a sus actuaciones. Por cierto, actualmente, también debemos adaptarnos a trabajar para público a través de plataformas digitales, saber como gestionarlas, puesto que serán los managers del futuro en forma de empresas que les da igual el beneficio que les aporte determinado artista, siempre y cuando se cumplan unas determinadas normas de respeto y reconocimiento del público como personas honestas que son. El artista, por su parte, deberá aprender a gestionar su propio estudio en su local de ensayos o domicilio y adecuar de manera inteligente el material que al no ser interactivo y participativo, en cuanto al público se refiere, debe ser más visual como si de un anuncio de publicidad se tratara. Con esto no quiero decir que no haya juegos que puedan ser interactivos a través de las pantallas, sino que el artista en cuestión deberá plantearse transmitir sus emociones a través de la cámara o cámaras y que esto es más difícil todavía que trabajar con público en directo, pero miremos la parte positiva de todo esto e imaginemos que tenemos nuestro propio estudio de televisión y nuestro propio programa de magia. ¿Cómo lo gestionaríamos?

El quid de la cuestión es traspasar fronteras y salvar las barreras que hay desde donde está el artista y llegar a los hogares de los espectadores como si estuvieran presentes en directo en cualquier teatro. Para esto se necesitan unas cualidades y recursos que la mayoría de los magos no tienen y que los que las tienen mantendrán en secreto para segregar de una vez por todas a todos esos magos que trabajaban a un cachet muy barato hasta ahora. Se trata de una estrategia comercial y profesional que hará que los auténticos profesionales tengan que adoptar medidas legales y fiscales y se regularice la situación profesional de todos los que trabajan para público.

Por tanto y ya como conclusión, veamos la parte positiva de esta pandemia, la cual solo nos ha traído desgracias a nivel personal y social, y démonos cuenta de la parte positiva que aporta a nuestra profesión, ya que nos obliga a ser más profesionales, valga la redundancia, y a estar regulados por una serie de sindicatos, si así lo queremos ver, que hará en un futuro que la calidad de los actuantes sea mas pulcra y elitista. Por supuesto, esto implicará mas hermetismo para entrar en estos círculos, pero dadas las circunstancias precarias que estábamos viviendo como profesión antes de la pandemia, servirá para normalizar la situación de los auténticos y verdaderos profesionales de la magia.


Hasta el próximos mes amig@s.


Francesc-Amílcar Riega i Bello.