martes, 21 de enero de 2020

LOS HOMBRES

LOS HOMBRES



Siguiendo el encabezado de este artículo, que por supuesto no se refiere al género humano sino a los hombres como acto de magia que se exhibió hace muchos años y del que solo quedan vivos José Pallejà Fortea y Joanna Cerdà, su mujer, nos encontramos ante uno de los fenómenos más relevantes del mundo de la magia.

Algunos de vosotros habréis visto el número proyectado en la sociedad de magia o, a lo mejor, en el Festival Florences Gili que se celebra cada año en Tamarite de Litera (Huesca) durante el segundo fin de semana de marzo. Evidentemente, estas personas en cuanto a concepción mágica, iban muy adelantados a su época, lo cual provoca que actualmente ideas que ellos habían desarrollado se les ocurran a magos en la actualidad. No entraré en valoraciones, puesto que en el mundo en que vivimos estamos sumidos en la más intensa subjetividad y, a veces, aún con buena intención dada nuestra ignorancia con respecto a los magos clásicos, creemos haber inventado un efecto y este ya existía. Ocurre en todas las especialidades de la magia, pero muy a menudo ocurre en magia de cerca, con técnicas, movimientos o versiones de juegos, aunque en ocasiones también ocurre con la magia de escena.

Es importante a la hora de decidir concursar en un congreso, si por ejemplo haces una rutina de aros chinos, intentar conocer todas las que existen hasta la actualidad y, a partir de aquí, trabajar sobre seguro y según tu propia experiencia e intuición, crear tu propio estilo y presentación del juego en sí mismo. A mí, en ocasiones, me ha ocurrido sobretodo cuando llevaba pocos años en el mundo de la magia, que creía haber inventado un efecto que ya estaba creado, inventado y conocido por la comunidad mágica, pero por ignorancia propia mi atrevimiento era sublime y me sentía dichoso, alimentando mi ego con respecto a dicho juego o acto. Sé que algunos magos famosos también han incurrido en sus comienzos en crear un personaje que ya había sido interpretado y rodado durante muchos años por otro mago en el otro extremo del planeta.

Como he dicho anteriormente, hay que documentarse bien a la hora de elegir los efectos y ver si hay antecedentes en nuestro intento de ser originales e intentar conseguir nuevas metas en nuestro mundo interior. A esta reflexión se llega cuando llevas en la profesión como mínimo unos veinte años. Y esto sucede puesto que en esos veinte años acudes a muchos congresos, festivales, lees libros y te deleitas con conferencias, vídeos y te reúnes con otros magos. Creo que es importante tomar conciencia a la hora de ser creativo, pues podemos incurrir en plagio sin la más mínima intención, como ya he dicho anteriormente, por falta de cultura mágica. No digo que no haya que ser original en las presentaciones, charlas (sean estas narrativas o argumentadas) tanto de cerca como de escena. Hoy en día, hacer un clásico de la magia bien hecho, ya es ser original. Si además a esto le añadimos nuestra propia personalidad, si que tendremos una pequeña joya o diamante en bruto, al que solo le hará falta pulir las asperezas a base de contrastarlo con la opinión del público y sus aplausos.

En ocasiones en que te encuentres creyendo que has inventado algo, intenta consultar con las generaciones anteriores a la tuya y, de esta manera, tendrás una perspectiva más amplia y es como si tuvieras más cultura mágica para que este fenómeno no te suceda. Si te sucede, no importa que esté creado, puesto que a ti se te ha ocurrido también. Lo único que significa esto, es que caminas en una buena dirección y que tienes ciertos paralelismos, o tu modo de pensar es parecido al que lo inventó hace años. Una buena solución de continuidad sería escuchar y aprender de esa corriente de pensamiento porque caminaba en la misma dirección que tú, aunque mucho antes en el tiempo. Es ahí donde debes profundizar estudiando la filosofía de ese mago en cuestión, e intentar llegar donde el no fue capaz de llegar porque partió de cero.

Al final llegarás a la conclusión de que es mejor reconocer públicamente que algo que se te ha ocurrido a ti, es mérito de otro autor y tú, dedicarte a profundizar sobre esa nueva corriente de pensamiento con la que nadie tuvo afinidad en su momento, pues sencillamente era una concepción mágica adelantada a su época.

Hasta el próximo mes amig@s.

Sinceramente.

F. Amílcar Riega i Bello