Hace pocos días acabé de leer el libro LA SINGULARIDAD ESTÁ CERCA de Ray Kurzweil, que trata en definitiva del momento en que el ser humano alcance la singularidad trascendiendo la biología. De hecho, cuando más o menos podamos en las medidas de las circunstáncias llegar a ser relativamente inmortales. Aunque estas últimas palabras pueden sonar un poco pretenciosas, la ciencia no está muy lejos de alcanzar este objetivo desde un punto de vista de la GNR (Genética, Nanotecnología y Robótica), o sea, lo que actualmente se denomina IA (Inteligencia Artificial). El único punto que ofrece ciertas dudas es el tema de la consciencia, que todavía está por ver si se puede experimentar en el cuerpo que los humanos tendremos allá por 2060. Pero de esto hablaremos más adelante.
En primer lugar, ya se está trabajando hace tiempo con células madre, que obteniéndolas de nuestro propio organismo, pueden después de unos meses inyectarse, por ejemplo, en una rótula recuperando -independientemente de la edad que tengas- el 95% de la funcionalidad del cartílago de la rodilla. El Estado gastó un montón de millones de euros en la investigación necesaria para llevar a buen puerto este estudio, que finalmente ha dado buenos resultados, pero que no está al alcance de los más pobres, sino solo para algunos deportistas de élite y gente con recursos. De la misma manera, la nanotecnología ha conseguido inocular en el torrente sanguíneo de animales, revitalizadores que llegan hasta el cerebro, el corazón y, consecuentemente, a todo el organismo para reforzar aspectos como pueden ser la memoria y la mayoría de las neuronas del cerebelo. Es en este órgano, donde tenemos la mayoría de nuestras neuronas.
Tambíén de todos es conocido que ya se ha realizado en un pasado, intervenciones quirúrgicas con robots en operaciones de larga duración, eso sí, supervisadas por cirujanos por sí el robot cometiera algún error, subsanarlo adecuadamente. Estos tres aspectos fundamentales aplicados sobre todo en la medicina de hoy en día, es a lo que llamamos Inteligencia Artificial.
Ray Kurzweil se aventura a explicar en su libro con todo lujo de detalle como en un futuro nuestro cuerpo tendrá injertos producto de la nanotecnología para, en definitiva, vivir mejor y más tiempo. De hecho, ya se estan realizando implantes en animales para ver como reaccionan a estos injertos y como se pasa a la inmortalidad sin perder la conciencia, que es el gran handicap con el que nos encontramos en estos momentos. Si no perdemos la conciencia, seguiremos siendo nosotros mismos con una serie de prestaciones inusuales para el ser humano de hoy en día. Ahora bien, si perdemos la conciencia querrá decir que hemos muerto y pasamos a ser parte de un robot, que aunque actúa inteligentemente y con la base de datos, como por ejemplo nuestra memoria que teníamos, seremos robots que actuaremos inteligentemente, e incluso se podrán diseñar humanos que actúen como tales, aunque en realidad sean puros androides.
Sin duda, el futuro es prometedor pero también el ser humano normal y corriente tiene que aceptar desde un punto de vista ético, ir cambiando progresivamente sus prejuicios con respecto a la Inteligencia Artificial. Sin duda, este será el paso más dificil que el ser humano deberá dar para alcanzar la singularidad. Eso será teniendo perspectiva de futuro, sin perder la consciencia que actualmente tenemos y que goza de muy buena salud.
FRASE DEL MES: "¿Creeremos entonces que Dios es un invento de la Humanidad?
Hasta el próximo mes amig@s
Francesc-Amílcar Riega i Bello
